martes, 29 de diciembre de 2009

New Year's Day

Se acerca Nochevieja, pero mi tradicional ilusión por el cambio de año brilla por su ausencia. Este año será un día más.

Supongo que tengo ganas de despedirme del 2009. Ha sido a la par uno de los peores y uno de los mejores años que he vivido.

Tengo muchas ganas de que llegue 2010. Porque en el fondo, sé que lo que he perdido no volverá. Y también sé que lo que he ganado se vendrá conmigo por mucho tiempo más.

Alzo mi copa por todo eso.


Este año solo tengo un propósito de año nuevo: no fallarle a nadie más.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Menos

Una de las cosas buenas de las esperas, es que ahora falta menos tiempo para verte.


Y ahora menos.


Y ahora menos.


Y ahora menos...

martes, 17 de noviembre de 2009

Sospecha

Le estaba mirando, de eso estaba segura. Llevaba haciéndolo desde el primer instante, notaba sus ojos firmemente clavados en su escote. De vez en cuando la mirada recorría su figura, del pecho a la cadera. No necesitaba mirarse para reconocer a la perfección hacia dónde enfocaba la mirada del pervertido.

Estaba petrificada. No podía sino contar para sí los pisos que faltaban para llegar a su destino. 12… 13… 14… Aún faltaban unos 10, y él no paraba de mirarla. Tenía una barba desarreglada, de estas que la gente se deja para darse un aspecto desenfadado. Y un maletín. A saber qué llevaba en ese maletín. A saber qué le haría con las cosas que llevaba en ese maletín.

20… El hombre carraspeó, e hizo ademán de moverse para decirle algo. Ella se paralizó todavía más. Presumía de ser emprendedora, de no amilanarse nunca. Presumía de que le daba igual no tener ni cinco minutos para disfrutar de su desayuno, que todo lo que importaba era que su vida laboral era perfecta. Y ahora no era capaz ni de darle al botón de emergencia. Si no se hubiera puesto de espaldas al espejo, podría controlar sus movimientos…

¡Ding! 25

-Yogur- le dijo el hombre, mientras ella salía con paso apurado.

-¿Perdón?

-Yogur. Tienes yogur en la ropa.

Se miró en el espejo del ascensor, sin dar crédito a lo que veía. Una gran mancha de su apurado desayuno de la mañana le recorría desde el pecho hasta la cadera.





[Benditos talleres de escritura del Multiverso!]

martes, 27 de octubre de 2009

Falsa Alarma

El sol vuelve a brillar.

Lo cual desde un sentido metafórico es magnífico. Pero desde el sentido real, de mis ganas de invierno, no me gusta.


Aunque he de decir que es una buena noticia para mi pelo, que desde mañana no volverá a ser el mismo...

jueves, 22 de octubre de 2009

Se acerca el invierno.

Un invierno de los de verdad. De esos inviernos en los que la lluvia te cala hasta el alma y el viento silba en tu oído. Un invierno de humedad y frío. De botas y ropa de abrigo. Un invierno de los que hacía años que mi ciudad no veía. Mi ciudad, donde la lluvia - decían - era un arte, que se ha acostumbrado a tener su piedra seca y el cielo azul.

Echaba de menos unos buenos nubarrones grises, la lluvia sobre mi pelo y mis hombros, y tener que proteger mi carpeta del agua.


No sé si permanecerá así durante estos meses o si volverá a ese clima inseguro de los últimos años.


Pero en cualquier caso, se acerca el invierno, como dicen los Stark. Y lo cierto es que lo echaba de menos.

martes, 29 de septiembre de 2009

Nocturnidad

No me gusta forzar las palabras. Prefiero que se esparzan ellas solas cuando les da la gana. Imagino que ese es el motivo de que sea tan poco prolífica literariamente hablando. Al menos para mi gusto. Me permito caprichos, y dejo que mi huella no sea más que pequeños textos inconexos, divagaciones y cortas reflexiones nocturnas. Al contrario que alguna otra época del pasado, me he dejado llevar por la satisfacción momentánea de un par de frases bien puestas, en vez de centrarme en planteamientos, nudos y desenlaces.

Últimamente la cosa ha cambiado ligeramente. Me han prestado unos prismáticos y a lo lejos veo aquello que quiero ser. A veces para definirse a uno mismo como individuo es necesario rodearse de gente que comparta esa faceta que le hace a uno diferente a los demás, aunque sea de forma cibernética.

Aunque en ocasiones sigo dando rienda suelta a mis caprichos, porque a fin de cuentas, la nocturnidad no es tan mala, y en ocasiones se pueden llegar a crear verdaderas maravillas.

Aunque esta vez, por supuesto, no se ha dado el caso.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Neltil

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Tomar entre sus manos el Neltil del cuello se había convertido a estas alturas un acto casi reflejo. Miró sus manos durante unos instantes. Una fugaz visión le hizo pensar que estaban sangrando. Ahogó un grito. Nille dirigió su rostro hacia ella, inquiriéndole con la mirada.
-Nada. No ha pasado nada.
Sus manos seguían níveas e intactas. Como siempre.

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lunes, 31 de agosto de 2009

Flash

Y de pronto, como un flash, recuerdo pequeños momentos. Quizá el sordo rumor de una prenda de ropa cayendo al suelo, quizá una frase susurrada al oído, quizá una mirada de unos penetrantes ojos verdes.

Y entonces me estremezco y te echo (todavía) más de menos.

martes, 18 de agosto de 2009

viernes, 14 de agosto de 2009

Tiempo


Segundos. Minutos. Horas. Semanas. Meses.

Es poco, pero a la vez es mucho. Sabe a más de lo que es, pero se condensa en menos de lo que parece.

Y ahora mismo, una de las cosas que me hace sonreír, es saber que cuando estoy contigo, las manillas del reloj siguen su camino aunque parezca que se detengan. Suma y sigue.

Te quiero.

jueves, 23 de julio de 2009

Efímero

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Está bien ver cómo unas densas nubes grises me dan la bienvenida, recordándome que no todo en esta vida se ha de vivir bajo el cegador sol andaluz. Lo que no está tan bien es percatarme en ese mismo instante de que mi efímero paréntesis anual ha finalizado y que ahora tan sólo resta volver al mundo real.



Os echo de menos, peques.

Cádiz (Sencillez)

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Puede estar en cualquier lado. En un arroyo serpenteante, o en el recodo de un río. En la blancura de una casa o en el impoluto cielo azul. En un verde inesperado en una tierra aparentemente marchita. En una sonrisa de complicidad que de pronto surca tu rostro al recordar lo bellas que son las cosas simples de la vida.



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martes, 30 de junio de 2009

Wolf-Parkinson-White

"Han hurgado en nuestro cuerpo, pero nunca podrán hurgar en nuestra alma"
[Antonio Vázquez (mi tío) dixit]


Escuchaba unos pitidos que anunciaban lo que vendría a continuación. Mi corazón latía, con fuerza, inducido por lo que los médicos decidían. Sus palabras tranquilizadoras eran lo único capaz de convencerme de que no se saldría de mi pecho. Estaba consciente, escuchando todo lo que me iban diciendo, sintiendo todas las diversas fases de la operación. No es agradable sentir una taquicardia, pero cada minuto que el órgano latía a quién sabe cuánto por hora era un minuto que me acercaba al feliz final.

La segunda parte no fue tan llevadera. Notaba un leve dolor producido por los catéteres que circulaban por mi cuerpo. Y de pronto, el calor. Pensaba que hacía calor debajo de la sábana verde de textura plasticosa, pero no era ni una leve aproximación al ardor que sentí por todo el pecho cuando se produjo la ablación de la vía. Era soportable, por supuesto, pero nada agradable. La anestesia sólo hacía efecto en la zona de las piernas en la que me habían inyectado todo lo necesario. Debía notar el calor.

Antes de lo esperado, todo terminó. Y terminó cumpliendo las expectativas de éxito.

Ahora toca reposar y pasear.

Bye, bye, Wolf-Parkinson-White!

miércoles, 24 de junio de 2009

The Song Remains the Same

Tengo una lista de canciones que me gustaría que me dedicaran. No las obvias, las que toda persona que me conozca sabría que me harían ilusión. Canciones que por una razón u otra, no considero que a nadie se le fuese a ocurrir dedicármelas nunca.




Obviamente, no puedo poner aquí esta lista, porque entonces se perdería el encanto si algún día alguien acierta.



PD: La canción que da título a esta entrada no es una de ellas. Aunque me encante :P

lunes, 8 de junio de 2009

Contaminación lumínica

Encaminábamos nuestros pasos hacia un bar. Podía notar unas ligeras gotas depositándose en mi rostro. El ambiente auguraba lluvia, habitual ya en los primeros días del mes que contiene el inicio del verano.

Santiago no es una ciudad grande. De hecho no lo es en absoluto. La polución, la contaminación atomosférica, sin quitarle gravedad, ojo, no son aquí problemas tan serios como pueden ser en ciudades mucho más grandes y pobladas. Pero aún así, hay zonas afectadas por la contaminación lumínica, zonas donde por mucho que uno se esfuerce, el cielo compacto no ofrece señal alguna de lo plagado de luces que está. Por una de esas zonas caminaba yo.

Alcé la vista y algo dentro de mí se sobrecogió. Sobre nuestras cabezas se alzaba una preciosa, blanca y redonda luna llena. A su alrededor las nubes aumentaban la sensación de misticismo, dándole si cabe más belleza. La luna brillaba, delineándose perfectamente en el cielo nocturno. Se la señalé a mi amiga, que hablaba por teléfono. Me sonrió y siguió hablando.

Extasiada, continué mirando al blanco satélite.

Pero a mi alrededor, nadie parecía darse cuenta de la presencia de la luna. Busqué con la mirada algún rostro cómplice, a alguna persona que también estuviese mirando hacia arriba, dejando de preocuparse unos instantes por todo lo que sucede en la tierra. Me parecía imposible ser capaz de no mirarla. La luna estaba tan cercana, tan grande, tan hermosa...

Nadie alzó la cabeza. Poco después, las nubes se la habían tragado, dejando ya al mundo sin la oportunidad de admirarla.

Y es por eso, pensé, por lo que la contaminación lumínica no es considerada un problema de forma generalizada. Porque, por desgracia, la gente en las ciudades prefiere mirar al suelo en vez de mirar al cielo.

domingo, 7 de junio de 2009

Mi heroína

Increíble.


Fuerte. Impresionante. Directa. Sincera. Admirable.


Determinación. Inspiración. Persistencia. Sueños. Logros.


Es mi heroína.


Y la quiero. Vaya si la quiero.

domingo, 31 de mayo de 2009

Necesidad

No se trata de la calidad.


Un blog es una plataforma interesante. Siempre me ha gustado compartir las cosas que escribo. No me gusta guardarme todo para mí, porque de las críticas es de lo que de verdad se aprende. No sé si a lo largo de los años he mejorado, tampoco sé si ahora mismo estoy estancada en mi límite. No consigo atisbar ninguna pista acerca de lo que haré al respecto en un futuro.

Me gustan mucho los blogs, y al mío, por suerte, le he cogido mucho cariño. Es poca gente la que me lee, y menos la que me comenta. Pero es mi blog, mi pequeño, y aunque no lo siga nadie, continúa siendo una de mis vías de escape.

Como ya dije en otra ocasión, se trata de una necesidad. Una necesidad tan primaria como respirar, dormir o comer. Escribir me transforma. Me hace sentir bien conmigo misma. Me desahoga. Me calma.

Aunque a nadie de este mundo le interesara cuanto pueda salir de mi bolígrafo, yo seguiría escribiendo. Aunque un día me levante, lea todos mis textos y no se me ocurra en qué momento se me pudo ocurrir que son "bonitos", seguiría escribiendo.


Lo necesito. No hay más misterio.

martes, 26 de mayo de 2009

Noticias

En un principio no iba a tener que pensar en ello hasta dentro de cinco meses. Por eso podía pensar en ello con tranquilidad, sin agobios.


Pero de repente, cabe la posibilidad de que ya esté aquí.



Y de pronto creo que, aunque no sea nada que deba temer, tengo miedo.

viernes, 22 de mayo de 2009

Tres-de-la-mañana


Las tres-de-la-mañana son la peor hora para todo.


Me lo contó por primera vez Emily de la Luna Nueva, a través de las palabras escritas por Lucy Maid Montgomery. Nunca había tenido unas tres-de-la-mañana, por lo que sólo pude llegar a atisbar lo que aquello podía llegar a ser. Hice como que me lo creía, pues el concepto me parecía interesante.

Pero perdí todo el interés cuando llegaron de verdad. Las tres-de-la-mañana es la hora en la que reflexionas, pero en la que no eres capaz de ver lo positivo, en la que crees que todo saldrá mal, en la que te planteas que nada volverá a ser nunca lo mismo, en la que piensas en todo lo que has hecho mal, en la que recuerdas con nostalgia todos aquellos días en los que las tres-de-la-mañana te encontraron durmiendo plácidamente.

Hay veces que las tres-de-la-mañana te dicen que nunca llegarás a ser aquello que quieres ser en la vida. Hay veces que las tres-de-la-mañana te aseguran que si tu mundo se tambalea es única y exclusivamente por tu culpa. En otras ocasiones, las peores, supongo, las tres-de-la-mañana sencillamente te hacen sentir la persona más sola del mundo, sin explicaciones.

En algunas tres-de-la-mañana está permitido escribir. Sacar de dentro todo lo que te agita. Pero las noches de las tres-de-la-mañana están llenas de demonios. Las tres-de-la-mañana, es, a veces el único momento del día en el que escribir no sirve de desahogo.


Entonces te vas a dormir. Mañana será otro día, dices.


Lo malo es cuando te despiertas. Y siguen siendo las tres-de-la-mañana. Y un nuevo día vuelve a empezar.


Y es que todos los días tienen unas tres-de-la-mañana. Sólo espero poder volverlo a olvidar.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Robótica

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“La robótica ha avanzado a pasos agigantados en la última época”
, había afirmado el en uno de sus artículos más afamados. “En un principio se originó un gran debate, cuando los primeros robots de ayuda doméstica fueron construídos. A medida que se fueron introduciendo en el mundo de la industria, el debate fue mucho mayor. ¿Disminuiría o aumentaría el nivel de vida? ¿Cómo nos afectaría la eliminación de tantos puestos de trabajo? La respuesta surgió de modo natural. La robótica se convirtió en una nueva gran industria, en el campo de investigación más demandado. Quizá se trata de una paradoja, pero los fundamentos de la robótica son puramente humanos. La creación, producción y mantenimiento de los robots se lleva a cabo única y exclusivamente por los humanos. Un robot puede realizar tareas de limpieza, tareas de ensamblaje. Pero un robot no puede crear.”





jueves, 30 de abril de 2009

Cruel



-¿Puedo darte un consejo? - los ojos de Rebeca brillaban.
-Claro...
-No soy buena para ti. Soy una mentirosa, soy frívola, soy todo lo que no buscas en una mujer. Represento aquella libertad de espíritu que nunca tendrás. Soy una fuerza imparable, soy fuego, y soy hielo. Soy la irresponsabilidad, la detractora de la sensatez. Soy mala. Si tuvieras un ápice de sentido común, harías caso a mi consejo, que es este: Nunca te enamores. Nunca te enamores de mí.
-Es muy cruel por tu parte reaparecer en mi vida de esta forma y decirme eso después de acostarte conmigo.
-Sí, se me olvidaba, me temo... Has dado en el clavo. También soy cruel.

jueves, 23 de abril de 2009

Vinoteca


Suelo sentarme en el mismo sitio, en la misma mesa, en la misma silla. Delante mía, la gente va y viene, las mesas contiguas se llenan y se vacían. El sordo murmullo de sus conversaciones y el estridente sonido de sus risas se ve amortiguado por la música de mis cascos. Pero aún así me gusta ese ruído atenuado. Me gusta el suave alboroto de este bar.




Porque es mi rincón, y aquí es raro que no me encuentre bien.



sábado, 18 de abril de 2009

Wish you were here



Todavía era invierno, y las atenuadas luces de la estación de autobuses, acompañadas de la luz de un par de solitarias farolas era lo único que alumbraba la zona.

Todavía recuerdo aquella cara de sorpresa, aquella mirada de aquellos ojos que aprendí a querer.



Realmente ha pasado poco tiempo desde aquel día. Pero cada día me demuestras lo mucho que mereces la pena, por tu sonrisa, por tu mirada, por tu paciencia de santo, hasta por tu tendencia a enfermar cuando me ves :P


Y me entraron ganas de escribir esto. Y no me pareció correcto reprimirme.


En serio. Gracias.

lunes, 23 de marzo de 2009

(Des)ahogo


Era necesario. Llevaba tiempo siendo una abrumante necesidad. No hacer nada al respecto me dejaba exhausta. Agotada. Y de pronto estallé. Violentamente. Fueron varios los detonantes, pero realmente, el motivo de la explosión es lo de menos. Dejé fluír todas mis preocupaciones en forma de lágrimas, reproches, llamadas de ayuda. Conseguí verbalizar una gran parte de las cosas que pasan por mi loca cabecita.

Obviamente, no se han ido todas. Pero algunas sí, y la mayoría de las otras, de pronto, pesan menos. Ya no hay sensación de ahogo. Ya no hay un nudo en la garganta.


Y aunque aún quede mucho trabajo por hacer, al menos ya no hay una bruma tapándome los ojos.


Gracias.

jueves, 12 de marzo de 2009

Ira

La ira es irracional.


Es imposible domarla o doblegarla. No escucha las palabras. No atiende a las posibles consecuencias. Tan solo se deja liberar: espontánea y violentamente en algunos casos, y de manera suave y controlada en otros.

"No pienses en ello, no te merece la pena". ¿Cuántas veces habrán sido pronunciadas esas palabras? Y a día de hoy siguen teniendo ese efecto nulo sobre la ira en sí. No merece la pena. Pero es inevitable.

He podido expulsar mi ira producida por los últimos acontecimientos de manera suave, pero todavía me queda dentro un pequeño resquemor. Supongo que es absurdo por mi parte pretender que se vaya él solo. Y siendo sinceros, supongo que en el fondo me gusta explotar de vez en cuando.

Pero es que, joder, no lo entiendo. De verdad que no lo entiendo. Y por más vueltas que le doy, menos lo entiendo. ¿Qué se supone que es lo que ha pasado? ¿Qué capítulos de la historia fueron los que me perdí? Me frustra en sobremanera el hecho de ser consciente de que he perdido una amistad importante para mí sin ni siquiera saber cómo la he perdido. Me merezco una explicación. Odio este tipo de silencios. Y por eso me llené de ira. Y por eso no he podido evitar darle vueltas a pesar de que el asunto no merezca la pena. A pesar de que aquella amistad que yo tanto valoraba no valga en absoluto la pena.


La vida es, a veces, absurdamente irónica.




[Por suerte, tengo a geniales personitas para recordarme lo tonta que soy por pensar en este tema. Aunque no les haga caso siempre, la mayor parte del tiempo sí, ¡lo juro!]

domingo, 8 de marzo de 2009

Inspiración

Es un hecho demostrable, y que se ha observado fácilmente en este blog a lo largo de este último mes: cuando alcanzo cúspides de bienestar, cuando estoy contenta con todos los aspectos de mi vida, me cuesta mucho más escribir. Y lo que escribo, no me convence.


Al menos al principio. Con el tiempo, todo vuelve a la normalidad.


Pero como no se puede tener todo en esta vida, aunque intento forzarla un poco, toca esperar un poquito a que mi inspiración vuelva.


Por suerte, puedo esperarla con una sonrisa en los labios =)

miércoles, 18 de febrero de 2009

Worth fighting for

Cuando una mala noticia viene acompañada de una serie de sucesos estupendos, es complicado no sonreír a pesar de todo.


Y cuando lo malo pierde fuerza y pasa a ser algo normal, pero lo bueno continúa...

Ay, es genial. La sonrisa no se va.


=)

domingo, 15 de febrero de 2009

Reojo





En ocasiones me gusta mirar a la vida de reojo.



Pero sólo lo hago cuando estoy a gusto y bien acomodada en mi rincón de bienestar. Entonces sonrío y por unos instantes dejo de afrontar la vida frente a frente.

Y la miro de reojo.



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viernes, 13 de febrero de 2009

Vincent Valentine's Day


Es un tema sumamente trillado. Yo misma lo he tratado con anterioridad, en fotolog el año pasado, por ejemplo.

Pero nos guste o no, es un día que está marcado en los calendarios de la gente, su existencia es innegable. Lo que ha perdido, es totalmente una razón de ser. Quizá sería bonito tener un día para exhaltar de sobremanera los sentimientos. Hay quien necesita que le recuerden de vez en cuando que hay que querer a la gente que tienes alrededor. El problema es cuando una idea tan simple como esa se rodea de toda la parafernalia consumista que le precede.


Aunque me gustan los regalos como a la que más (tanto darlos como recibirlos), opino que cuando se regala "por regalar", no tiene ni la mitad de emoción. San Valentín no es más que una excusa para gastar dinero en cosas que realmente ni tú quieres comprar, ni la otra persona quiere que le regales.


Y ojo, hablo desde la perspectiva de querer a cualquier persona. Porque esa es otra de las cosas que no me gusta de San Valentín (y que ya comenté la última vez que me expresé sobre el tema): me parece fatal toda ese bombardeo abusivo parejil que consigue única y exclusivamente minar a las personas que se sienten solas.



Y lo cierto es que, al final, no es más que un día más.

Un día para querer a tu gente. Justo como los otros 364.

lunes, 9 de febrero de 2009

Chin-chin!


Brindo por ti,
brindo por mí,
brindo por la vida,
brindo por la amistad,
brindo por el amor,
brindo por las pequeñas cosas que hacen la vida más interesante,
brindo por las pequeñas cosas que te hacen reír,
brindo por el resultado del esfuerzo,
brindo por las sonrisas que surgen sin motivo,
brindo por los días de sol, pero
brindo también por los días de lluvia,
brindo por los cafés de buena mañana,
brindo también por ti, aunque sé que no debería brindar tan pronto,
brindo por la música y por la literatura,
brindo por los años que me quedan de facultad, y
brindo, obviamente, por la buena compañía que tengo y tendré.

Brindo por el pasado, por el presente, y por el futuro.


Y cuando te das cuenta, ya se ha terminado la cerveza.





[Al comprobar la fecha del texto me he dado cuenta de que lo escribí hace justa y exactamente un año. Razón de más para subirlo =)]

martes, 3 de febrero de 2009

Dosis de realidad.

En ocasiones te planteas en qué habría cambiado tu vida de haber modificado pequeños actos en el pasado. ¿Qué prioridades tendrías ahora? ¿Qué amigos estarían contigo? ¿A qué te dedicarías?


Otras veces, sin embargo, lo único que necesitas es una dosis de realidad.

Una dosis de realidad de la buena.

Y es que por mucho que cambies tu pasado, no importa. Hay cosas que iban a pasar igual.




PD: No tiene nada que ver, pero tengo una duda... ¿creéis que tengo un estilo de escritura característico? ._. XDDD

sábado, 31 de enero de 2009

Dreaming (II)





[Y vivir como quiero, y querer lo que vivo. Y pensar lo que siento, y sentir lo que pienso. Y soñar. Soñar siempre.]


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miércoles, 28 de enero de 2009

Dreaming

Me gusta imaginarme recostada en el sofá, apoyada sobre su pecho, con su brazo rodeándome protectoramente.

Allí comentaríamos trivialidades cotidianas, o quizá disfrutaríamos de bellos silencios. Me sentiría relajada, segura. Durante unos instantes olvidaría mis preocupaciones cuando - quizá - se dieran momentos adecuados para compartir besos.




A veces es algo bueno, y a veces algo terrible, pero lo que es sin lugar a dudas, es una certeza: el mundo onírico no es real.

lunes, 26 de enero de 2009

Lluvia

Caminaba cabizbaja camino a casa como tantos otros días. Llovía, y la lluvia se escurría por su pelo, mojando su nuca, dejando en su espalda una incómoda sensación de humedad que, a pesar de todo, le gustaba. Notaba las gotas deslizarse por su rostro, sin olvidar la eterna colgante de la punta de la nariz. Calada hasta los huesos, pero no le importaba. Le gustaba la lluvia, pues le parecía que ésta era la que mejor expresaba su estado de ánimo.

Deseaba gritar, pero sin saber muy bien lo qué. Llamar la atención, de todas formas, no era lo suyo, por lo que dejaba que esos negros nubarrones que pintaban el cielo de oscuridad hablaran por ella, gritaran por ella. No llevaba paraguas, ¿para qué? Un trozo de tela no iba a guarecerle de la tempestad de su alma, por lo que poco le importaba el estar empapada ya de arriba a abajo.

Y la lluvia persistía, gota a gota. El cielo parecía querer descargarse de todas las malas emociones, de todos los patéticos pensamientos, de todas las palabras vacías, de todos los vanos sentimientos.

Alzó la vista, y sus ojos sólo alcanzaron a ver la negrura. "Acaso la esperanza partió, y no me queda más que los restos de lo que ayer fue un sueño". Lloraba, y sus lágrimas se confundían con las gotas que surcaban su rostro. Nadie estaba allí para consolarla, para susurrarle palabras conciliadoras al oído. Sólo la lluvia hacía acto de presencia, enturbiando cada vez más el alma que allí se había detenido.

La lluvia... que retumbaba tanto que le impedía oír los latidos de su propio corazón...

Nadie la volvió a ver. Dicen que en los días de lluvia todavía se la escucha llorar...



[29/09/06]

jueves, 22 de enero de 2009

El teatro de la vida

Y se apagaron las luces.

Y con la oscuridad llegaron las emociones. Esa sensación de nerviosismo que precede a toda obra. Y te imaginas lo que están pensando ellos. El momento de salir a escena es, sin duda, uno de los mejores. El corazón amenaza con salirse de tu pecho, apenas te sale la voz. Tienes ganas de saltar, tienes ganas de bailar, tienes ganas de comerte el escenario.


Y sales a escena. Las palabras que tanto has ensayado vienen a ti como por arte de magia. Pensabas que no te acordarías ni de la primera palabra. Seguramente también pensaste que tenías la corazonada de que toda la obra se estropearía por culpa tuya. Pero no es así, las palabras salen, y vas viendo como todo empieza a ir sobre ruedas.


Y empieza la obra, en serio. Entrar por este sitio, salir por este otro, decir las frases, sentarte unos minutos en esta silla, cambiar de sitio, volver a salir de escena, volver a entrar... Sentir, vivir, actuar... pero actuar viviendo lo que actúas. Ya no eres tú, ahora eres tu personaje.


Recuerdo a la Doutora. Recuerdo a Pecado. Recuerdo a Obdulia. Recuerdo a Miranda. Recuerdo a Lisístrata. Recuerdo a Pancracia.

Con Obdulia descubrí el verdadero teatro. Creo que fue el primer papel en el que realmente me metí. La evolución que el teatro hizo en mí comenzaba a dar sus frutos. La niña retraída que fui comenzaba a coger confianza. Y disfruté de ese papel como una enana. Además, tuvimos la suerte de poder representar esa obra en el Teatro Principal. Una gozada :)

Miranda era genial. Sencillamente genial. Esa obra fue una de las más divertidas que hice. En ella teníamos coreografías geniales. Otra cosa que también añoro: esos bailes... :D

Pero sin duda mi papel favorito fue el de Lisístrata. El poderío, la personalidad, las frases, ¡el palo! Realmente me sentía poderosa haciendo de ella. Me sentía fuerte. Me sentía capaz de todo.



Y es que esa es otra de las cosas buenas que tiene el teatro. Creo que pocas cosas se pueden vivir tanto como esto. Creo que pocas cosas pueden despertar en ti tantísimas emociones. Todas esas obras de teatro vivirán siempre en nosotros. De vez en cuando volveremos la vista atrás y diremos: "¿Recuerdas...?".



Y se cierra el telón. Pero la obra no termina. Nunca termina.


[10/04/08]

miércoles, 21 de enero de 2009

About Me

Nominada por Karela :D Gracias! guapa! ;)


Defínete en 6 palabras:

Soñadora: Always daydreaming! Me gusta trasladar el mundo onírico al mundo real. Creo que a veces lo que me mueve son mis ensoñaciones.

Optimista: "Yo, a mi manera, nunca fracaso". Hay que ver el lado bueno de todas las cosas. Es raro que no lo haya...

Charlatana: Hablo por los codos, es un hecho. Sé que muchos de vosotros habéis tenido que aguantar mi cháchara en alguna ocasión...

Friki: Hace falta que explique este punto? XD

Entregada: Cuando hago algo, cuando estoy involucrada en algo, me entrego, me entrego de verdad. Es algo que, por circunstancias aleatorias que no vienen al caso, estoy intentando mitigar. Aunque sea un poquito.

Caótica: No en vano tiene este título el blog... =) Caos. Desorden. Jabón. Digo... XDDDDDDDDDDDDDDDDDD Eso, que soy caótica :P


Y nomino a...

Nucky
Lograi
Arwen
Tid
Arianrhod
Ann


:3

lunes, 19 de enero de 2009

Shy



Ella bajó la mirada. Notaba sus ojos clavados fijamente en su rostro, como si quisiera aprenderse de memoria hasta el más nimio de sus rasgos. La nariz chata, las finas cejas, los carnosos labios que ahora se mordía con sus blancos dientes. Las largas pestañas que actuaban como muro entre los dos.


Ella no se atrevía a alzar la vista. Sabía lo que iba a encontrar en su mirada, y no se atrevía a enfrentarse a ello. Resultaba irónico... ella, la valiente, la arrojada. Reducida a su más mínima expresión por una mirada de aquellos ojos negros.


Pero no era algo a lo que pudiera enfrentarse. No en aquel momento. Mirarle significaría claudicar. Renunciar al mundo que con tanto cuidado había creado. Anularse. Perder su libertad. Mirarle traería como consecuencia no ser capaz de medir las palabras, sentir las piernas temblar. Derrumbar un muro para construír otro justo al otro lado.


Se dio la vuelta bruscamente, y comenzó a caminar por el camino por el que había venido. Era lo mejor. Al menos de momento.

domingo, 18 de enero de 2009

Between

Tengo tantas cosas para decir que ninguna de ellas encuentra salida.


Así que tendré que quedarme con el sentimiento de estar a punto de estallar en forma de conceptos.


Y me queda el consuelo de que quizá, quizá mañana, o quizá pasado mañana, mis pensamientos tomarán forma de una vez por todas.


Tengo tantas, tantas cosas por decir... Que cuando empiece creo que no seré capaz de parar.

sábado, 10 de enero de 2009

Todo o nada

A veces, de pronto, te das cuenta de que aunque nada haya cambiado, todo ha cambiado.




Y es que aunque nada sea diferente... todo, todo es diferente.

sábado, 3 de enero de 2009

Live and let die

Vivo intensamente. Saboreo cada segundo, elevándolo a su máximo exponente. Es una de esas cosas relativamente sencillas que me ayudan a ser feliz, a mi manera.

Pero a la vez, soy bastante metódica. Me gusta almacenar cada ínfima minucia en la asombrosa maquinaria de la mente humana. En ocasiones, lo plasmo por escrito, para recordar con fiabilidad todos los detalles. En ocasiones permito que estos se difuminen y vengan a mí en forma de billete de tren, o de entrada de concierto. A veces escribo textos crípticos, que me ayudan a recordar lo esencial.


Estos tres últimos años han sido absurdamente intensos. Si miro hacia atrás, todo parece haber pasado en un suspiro. Pero si lo pienso detenidamente, la abrumadora cantidad de vivencias y acontecimientos que alcanzo a recordar me hacen darme cuenta de lo plena que está siendo mi vida.

Un muy buen amigo hizo que viese todo esto con claridad hoy. No se trata sólo de que presuma de lo feliz que suelo ser, cuando en ocasiones no lo siento de verdad por un sentimiento de no-plenitud. No, a través de los recuerdos, de la sonrisa que invade mi rostro al rememorar, de esta forma sólo puedo ser consciente de un hecho: tengo una vida que me hace muy feliz.
Y sí. El tiempo ha pasado, y sigue pasando verdaderamente rápido. Pero sé que no pasa en vano. Sé que lo he aprovechado. Sé que lo sigo aprovechando. Sé que fui feliz. Sé que, realmente, soy feliz.



[Mil gracias, Hugo, por aguantarme, escucharme, y ayudarme a aclarar mis ideas =)]