Un invierno de los de verdad. De esos inviernos en los que la lluvia te cala hasta el alma y el viento silba en tu oído. Un invierno de humedad y frío. De botas y ropa de abrigo. Un invierno de los que hacía años que mi ciudad no veía. Mi ciudad, donde la lluvia - decían - era un arte, que se ha acostumbrado a tener su piedra seca y el cielo azul.
Echaba de menos unos buenos nubarrones grises, la lluvia sobre mi pelo y mis hombros, y tener que proteger mi carpeta del agua.
No sé si permanecerá así durante estos meses o si volverá a ese clima inseguro de los últimos años.
Pero en cualquier caso, se acerca el invierno, como dicen los Stark. Y lo cierto es que lo echaba de menos.
5 comentarios:
no sé si la lluvia es arte. Pero desde luego es hermosa. Y difumina los sentimientos. también te leo en silencio.
No sé si soportaré la lluvia y el gris cuando me vaya por esos lares...
Sabes que es lo que mas me gusta de todo eso? del frio? del viento? de la lluvia? que te incitan a pasarlos en casa, mirando por la ventana, acurrucado bajo una manta y si es posible con alguien a quien quieras a tu lado.
Espero pasar muchas lluvias contigo mi vida.
Yo echo de menos las tardes de tormenta en casa, bien tapada y viendo una buena película con refrescos y algo de comida basura... Mmm... O un chocolate caliente ;P
El invierno tiene su encanto. A ver como viene este año...
Un saludo :)
Yo creo que hay pocas sensaciones mejores a acurrucarse con una manta escuchando repiquetear la lluvia en la ventana.
Igual te gusta y todo, Ann, no lo sabrás hasta que lo pruebes :)
Publicar un comentario