Hay veces que necesitas poner en orden tus ideas. Esquematizar tu línea de pensamientos. Por lo general, escribo directamente con el corazón, dando más prioridad al sentimiento que a la razón. Es por eso que soy tan inconstante, y es por eso por lo que soy tan terriblemente poco prolífica. Es por eso que me estanco.
Hay veces que te das cuenta de que tienes que pararte a reflexionar, a poner los puntos sobre las íes. Porque si no lo haces tú, nadie lo va a hacer por ti. Y porque quieres que esa pequeña historia que ha nacido de ti crezca y se convierta en algo que puedas enseñar a los demás con orgullo.
Hay veces que también piensas que de todas formas da igual, que tú quieres a las palabras que han salido de tus manos y que con eso te llega.
Pero hay veces que es todo lo contrario, y que nada de lo que haces te parece suficiente.