NO. No quiero vivir en ese mundo. Quiero el mundo que he visto estos días, por el que me siento tremendamente orgullosa. El mundo en el que la gente sale a la calle a diario, pero para buscar el cambio. Un mundo en el que todos nos olvidemos de pisotear a los demás para ascender, un mundo en el que la fuerza del conjunto pueda derrotar a la minoría que ostenta el poder. Un mundo de apoyo, de poner tu granito de arena por pequeño que sea. Un mundo con una democracia real, donde tu opinión cuente, y donde seas recompensado por tu trabajo.
Hemos llegado a una situación insostenible. Los ricos se hacen cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres. Yo digo NO. Yo digo no a ese mundo infecto, y digo SÍ a la revolución.
Podemos conseguirlo entre todos. El 15M despertamos. El 22M intentaron volver a pisotearnos. A partir de ahora, lo único que podemos hacer es luchar. Luchar. Pelear por lo que es nuestro, por lo que nos merecemos. Luchar hasta reventar, o hasta que revienten ellos. Combatir las injusticias para que los niños del futuro tengan derecho a elegir. Para que lean los libros de historia y sepan que nosotros nunca nos rendimos.
Porque, que no se os olvide, estamos haciendo historia. Cada vez que sales a la calle, cada vez que tomamos una plaza, eso es lo que estamos haciendo. Esta es la nuestra, esta es nuestra propia revolución.
María Eijo López