Todavía era invierno, y las atenuadas luces de la estación de autobuses, acompañadas de la luz de un par de solitarias farolas era lo único que alumbraba la zona.
Todavía recuerdo aquella cara de sorpresa, aquella mirada de aquellos ojos que aprendí a querer.
Realmente ha pasado poco tiempo desde aquel día. Pero cada día me demuestras lo mucho que mereces la pena, por tu sonrisa, por tu mirada, por tu paciencia de santo, hasta por tu tendencia a enfermar cuando me ves :P
Y me entraron ganas de escribir esto. Y no me pareció correcto reprimirme.
En serio. Gracias.
3 comentarios:
No son merecidas ni te merezco... pero... GRACIAS.
[miss you :*]
Qué bonito :p
¡Nenaaaa...! ¿Me vas a traer al cuñao a Cai pa'darle el visto bueno? :p
Yo decir le he dicho que se venga, ahora la decisión ya es cosa suya... :P XDDDDDDDDDDDDDDD
Tienes que decirle tú a mi cuñada que se vaya a Cádiz esos días y ya tenemos la reunión friki completa! :D
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