martes, 29 de septiembre de 2009

Nocturnidad

No me gusta forzar las palabras. Prefiero que se esparzan ellas solas cuando les da la gana. Imagino que ese es el motivo de que sea tan poco prolífica literariamente hablando. Al menos para mi gusto. Me permito caprichos, y dejo que mi huella no sea más que pequeños textos inconexos, divagaciones y cortas reflexiones nocturnas. Al contrario que alguna otra época del pasado, me he dejado llevar por la satisfacción momentánea de un par de frases bien puestas, en vez de centrarme en planteamientos, nudos y desenlaces.

Últimamente la cosa ha cambiado ligeramente. Me han prestado unos prismáticos y a lo lejos veo aquello que quiero ser. A veces para definirse a uno mismo como individuo es necesario rodearse de gente que comparta esa faceta que le hace a uno diferente a los demás, aunque sea de forma cibernética.

Aunque en ocasiones sigo dando rienda suelta a mis caprichos, porque a fin de cuentas, la nocturnidad no es tan mala, y en ocasiones se pueden llegar a crear verdaderas maravillas.

Aunque esta vez, por supuesto, no se ha dado el caso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que muchos de los que pasamos por aquí pensamos de forma similar. Hay muchas formas de compañía, de comunicación, de identificarse con otr@s... A mí esta me parece una buena forma :)

Un saludo.