jueves, 22 de octubre de 2009

Se acerca el invierno.

Un invierno de los de verdad. De esos inviernos en los que la lluvia te cala hasta el alma y el viento silba en tu oído. Un invierno de humedad y frío. De botas y ropa de abrigo. Un invierno de los que hacía años que mi ciudad no veía. Mi ciudad, donde la lluvia - decían - era un arte, que se ha acostumbrado a tener su piedra seca y el cielo azul.

Echaba de menos unos buenos nubarrones grises, la lluvia sobre mi pelo y mis hombros, y tener que proteger mi carpeta del agua.


No sé si permanecerá así durante estos meses o si volverá a ese clima inseguro de los últimos años.


Pero en cualquier caso, se acerca el invierno, como dicen los Stark. Y lo cierto es que lo echaba de menos.

5 comentarios:

William Dallas Morrison dijo...

no sé si la lluvia es arte. Pero desde luego es hermosa. Y difumina los sentimientos. también te leo en silencio.

Ann dijo...

No sé si soportaré la lluvia y el gris cuando me vaya por esos lares...

Galliard dijo...

Sabes que es lo que mas me gusta de todo eso? del frio? del viento? de la lluvia? que te incitan a pasarlos en casa, mirando por la ventana, acurrucado bajo una manta y si es posible con alguien a quien quieras a tu lado.
Espero pasar muchas lluvias contigo mi vida.

Anónimo dijo...

Yo echo de menos las tardes de tormenta en casa, bien tapada y viendo una buena película con refrescos y algo de comida basura... Mmm... O un chocolate caliente ;P

El invierno tiene su encanto. A ver como viene este año...

Un saludo :)

Nullien dijo...

Yo creo que hay pocas sensaciones mejores a acurrucarse con una manta escuchando repiquetear la lluvia en la ventana.

Igual te gusta y todo, Ann, no lo sabrás hasta que lo pruebes :)